Existen principios fundamentales que, al aplicarlos, pueden mejorar significativamente el proceso de aprendizaje.
A continuación, exploramos cuatro principios clave y cómo puedes ayudar a tus hijos a aplicarlos.
Asociación
Este principio se basa en conectar nueva información con conocimientos previos, creando un tejido de ideas que facilita la comprensión y el recuerdo.
¿Cómo aplicarlo?
Explorar lo que ya saben: pregúntale qué conoce sobre un tema antes de profundizar en él.
Relacionar con sus intereses: por ejemplo, si a tu hijo le gustan los deportes, relaciona conceptos matemáticos con estadísticas de su deporte favorito.
Usar analogías y ejemplos: ayúdale a comprender conceptos complejos comparándolos con otros con los que esté más familiarizado.
Crear mapas mentales: anímale a comprender y dibujar las conexiones entre ideas.
Recuperación activa
Intentar recordar información sin mirar las notas fortalece la memoria y consolida el aprendizaje.
¿Cómo aplicarlo?
Hacer preguntas abiertas: después de estudiar, pídele que te explique lo que ha aprendido sin consultar sus apuntes.
Jugar a ser el profesor: anímale a explicar lo que ha aprendido como si fuera tu maestro.
Espaciado
Distribuir las sesiones de estudio en el tiempo es más efectivo que concentrarlas en un solo día.
¿Cómo aplicarlo?
Planificar un calendario de estudio: ayúdale a organizar sesiones de repaso regulares.
Estudiar antes de clase: anímale a leer sobre el próximo tema que verán en clase; esto facilitará su comprensión y seguirá mejor el hilo de las clases sin perderse.
Repasar periódicamente: programen juntos momentos para revisar material y reforzar lo aprendido.
Intercalado
Alternar entre diferentes materias o temas durante el estudio mejora la capacidad de aplicar el conocimiento en diversos contextos.
¿Cómo aplicarlo?
Variar las técnicas: anímale a utilizar una técnicas de estudio diferente (como las que veremos más adelante) cada vez que repase un tema.
Proponer diversos desafíos: proponle actividades que requieran aplicar lo aprendido en situaciones nuevas y con diferentes niveles de dificultad.
Conectar diferentes asignaturas: ayúdale a ver cómo los temas de unas materias se relacionan con los de otras.
Es importante que las técnicas de estudio se implementen de forma progresiva, comenzando por las más sencillas y avanzando hacia las más desafiantes. Esto ayuda a construir una base sólida y evitar frustraciones. No obstante, hay técnicas que no producen a penas efecto en el aprendizaje, les hacen perder el tiempo y crean frustración, por lo que deberíamos desincentivarlas.
Técnicas ineficientes que deben evitar
Existen formas de estudiar que no aplican ningún principio de los mencionados anteriormente y que no producen a penas efecto en el aprendizaje. Sin embargo, son las más comunes empleadas entre los estudiantes. Les hacen perder el tiempo y crean frustración, por lo que deberíamos desincentivarlas.
Relectura y resúmenes pasivos: leer repetidamente los apuntes o rescribirlos sin pensar es una práctica común, pero ineficaz. Aunque puede dar la sensación de "repaso", no fomenta la retención ni el entendimiento profundo.
Repetición sin comprensión: repetir la información una y otra vez o realizar problemas similares con ayuda de los apuntes no contribuye significativamente al aprendizaje. Además, genera aburrimiento y falsa sensación de dominio.
Técnicas de eficacia moderada
Estas son técnicas que aplican algunos principios de aprendizaje, por lo que son limitadas y pueden caer fácilmente en la memorización sin comprensión. Sin embargo, pueden ser útiles en los primeros pasos para la comprensión de nuevos conceptos.
Recuperación activa simple: se trata de que sean capaces de expresar lo que han aprendido sin mirar los apuntes. Podéis hacerlo como un juego (en el que no se castigue el error), ya sea con tarjetas de preguntas y respuestas como el programa de "Saber y ganar" o con un juego de rol en el que tu hijo es el profesor y tú el alumno. También puede ir leyendo los apuntes, taparlos y pensar sobre lo que acaba de leer (¿qué ha entendido?) y cuando tenga una idea correcta puede hacer resúmenes y esquemas después sin mirar.
Práctica activa simple: para las materias más prácticas, pueden tratar de resolver problemas y casos prácticos sin mirar los apuntes que practiquen una habilidad o apliquen la información aprendida en ejercicios sencillos. Por ejemplo, resolver problemas de matemáticas utilizando una fórmula o utilizar alguna estructura gramatical nueva en inglés aplicada a un contexto que le resulte interesante.
*RECUERDEN: no deben quedarse en estas técnicas, sino avanzar hacia las más desafiantes y efectivas cuanto antes.
Técnicas de alta eficacia
Estas son las técnicas que tienen en cuenta todos los principios de aprendizaje y que por lo tanto, deben utilizar siempre que quieran aprender algo de forma sólida y así asegurarse de que no lo olvidan y que pueden usar ese conocimiento en cualquier momento.
Recuperación activa relacional: para el contenido declarativo, deben ser capaces de no solo comprender los conceptos, sino de saber relacionarlos entre sí. Gracias a los mapas mentales, pueden dibujar estas relaciones y convertir conceptos abstractos en imágenes. Puedes pedirle que te explique el tema relacionando cada concepto en un mapas mentales, donde irá convirtiendo dibujando los conceptos de forma visual y conectándolos unos con otros. Al principio puedes ayudarle haciéndole estas preguntas:
1. ¿Por qué este concepto es importante para entender el tema?
2. ¿Qué relación tiene con este otro concepto?
3. ¿Podrías dibujarlo?
Podéis hacerlo en forma de juego de tarjetas de concurso televisivo como antes, pero aseguraros de que todas las preguntas les hacen pensar en la relación entre varios conceptos.
Y cuando ya dominen esta técnica solos, podéis volver a jugar al juego de rol con una pizarra en la que vaya explicando el tema mientras dibuja el mapa mental.
Retos integradores: para el contenido más práctico, podemos proponerles desafíos en los que tengan que utilizar varias habilidades y experimentar cambiando aspectos del problema, modificando y añadiendo variables. Por ejemplo, tener una conversación en inglés en una situación determinada que se hayan preparado y poco a poco introducir más personas e ir cambiando la situación haciéndola más compleja.